Lo más bonito de las actividades en montaña es que por mucho que la graduación de dificultad marcada sea una, la lectura del recorrido, la roca o la falta de referencias, hace que una arista pase de convertirse de un Poco Difícil superior a hacerla percibir como de una graduación mayor. Así nos pasó a nosotr@s con esta actividad, que consistía en unir las tres cimas de los Besiberris ( Nord, Mid y Sud ) por la arista que las une. Una actividad que sobre el papel parecía un apacible recorrido de arista que se convirtió en un laberinto de agujas donde , a veces tocaba ascenderlas, otras destreparlas como se podía o rapelarlas, o otras muchas flanquearlas por alguno de sus vertientes. Un terreno de aventura, precioso para mi gusto, donde saber leer por donde va el itinerario es fundamental si no se quiere andar perdido horas y horas en una cresta interminable. Muy bonito y recomendable para afinar el olfato y, como diría uno de nuestros profesores, «para darle al limón» y atinar la ruta. Eso si, conviene no hacer caso a algunas guías, las cuales marcan prácticamente tiempos estratosféricos para realizarla. Supongo que habiéndola recorrido una vez, si se recuerda el itinerario, los tiempos se rebajan de forma notable. Pero si es la primera vez, mejor es ponerse a pensar que estamos ante una actividad larga, así que tendremos que llevar buena provisión de agua y de paciencia.
A poco más de kilómetro y medio de la boca sur del tunel de Vielha, encontraremos unos parkings enormes, de los que sale una pista que nos acerca hasta un aparcamiento junto al refugio de Conangles. Alli, junto con Rubén y Aitziber, prepararemos rápidamente los bártulos y, tras descender unos minutos por la pista que discurre por el margen izquierdo del río, tomaremos una senda marcada con un poste indicativo, que nos hará remontar el torrent de Besiberri , ascendiendo fuertemente por su margen derecho primeramente y cruzando después al otro margen por un cómodo puente, para terminar de salvar el desnivel existente hasta el estany de Besiberri. Recorrido durito por bosque, con bonitas cascadas para disfrutar y la llegada a uno de los ibones más bonitos de Pirineo. El sitio, las vistas con el macizo de Aneto al Oeste y los Besiberris presidiéndolo, y la tranquilidad del lugar hacen de estos ibones un paraje de obligada visita.
Bordear el ibón y continuar hasta el ibón superior, donde hicimos vivac. Hay posibilidad de dormir en el refugi de Estanyet, pero a nosotr@s el hotel de mil estrellas nos llama más…jeje.
Al día siguiente toca seguir el camino marcado con hitos, que va remontando una pequeña regata a nuestra izquierda y que luego se dirige por debajo del Besiberri Mig hacia el Sud. En un momento, deberemos de tomar ya dirección hacia el Besiberri Nord saliéndonos del camino, remontándo tramos de roca y hierba por donde veamos más cómodo. En algún momento incluso encontraremos hitos, pero sabiendo que debemos de buscar la brecha que da acceso al Besiberri Nord por su extremo occidental, no tendremos pérdida. Ascender la brechita por pedreras y tierra incómoda y enseguida nos situamos en la cresta que nos dejará en la cima Nord. Para ello tendremos que pasar por tramos de agujas (es mejor bordearlas, pero también de puede ir al recto por ellas…A gusto del consumidor..je) y tras varias trepadas y destrepes que no pasarán de II grado, llegamos a la cima Nord (3008m).
Desde allí, la arista hasta el Mig es evidente, aunque ya se intuyen las brechas que tocarán ascender y descender. Sigue la misma tónica de la arista que nos ha llevado al Nord: trepadas y destrepes de II-III grado, con algún tramito expuesto, pero perfecto para progresar en ensamble. A veces tocara bordear las agujas por sendas hitadas que las flanquean… Hasta llegar a la brecha Oliveras donde, un corto muro con un clavo y un par de cintas-cordino, nos indican un de III+ que deberemos de superar por al recto por la placa primero, y continuar en diagonal por una canal después para volver al filo. Seguiremos por él y después, nosotros bordeamos la siguiente cima por su derecha, saliendo a una primera instalación de rapel en una chimenea. 15-20 metros de rapel por la chimenea para colocarnos en una clara brecha que forma un gran bloque. De allí en apenas 5 metros andando, nos volveremos a topar con otra instalación que nos dejará con un corto rapel de unos 10 metros, en la brecha Salles. Desde allí nos tocará volver al filo, ascendiendo un poco y, con pasos de III continuaremos ascendiendo pequeñas cimas, hasta llegar a un tramo desde el que ya podemos ver la cima Mig al fondo, donde el terreno se vuelve menos abrupto y se puede progresar más fácilmente. Tras recorrer ese tramo, llegaremos a la cima del Besiberri Mig (2997m). Fotos de rigor, comer algo e hidratar y en marcha hacia la visible cima Sud, con un muro bajo ella a modo de proa de barco. Para ello, descendemos por un camino hitado hasta la brecha que separa ambas cimas, conocida como paso de Trescazes. Bordearemos por un sendero con hitos la proa de la cima por debajo de ella hasta encontrar un primer corredor que esta justo debajo de la cima. Ascendemos por él (dependiendo de la nieve existente igual nos tocará trepar por el espolón a su izquierda III ) y entramos en una chimenea inclinada con pasos de II grado que nos dejarán en la misma cima del besiberri Sud (3030m).
El descenso no es complicado, pero con el cansancio acumulado de la actividad, se nos hará larguito. Descendemos de la cima por su los senderos hacia el oeste, hasta alcanzar el collado abajo , marcado con un poste. Dependiendo de la cantidad de nieve que haya, nos tocará, como nos paso a nosotros, descender por una empinada ladera de piedra suelta que nos dejará en la cuenca superior del torrente que baja a los ibones de Besiberri. Atravesaremos un tramo de caos de bloques bastante largo, hasta volver a encontrar el camino por el que subimos a la mañana y regresar a recoger los sacos y las esterillas, para descender al coche del tirón.
Resumiendo, bonita actividad con un buen punto de toque de aventura, larga pero que nos dejará imágenes espectaculares y un entreno para movernos por terreno poco definido que seguro no olvidaremos. Como siempre, mila esker Aitziber eta Rubén konpañiagatik…Hurrengoa motzago…jeje.